Reseña:
Como las estaciones del año, y las del tren, las Otakus Matsuri se suceden una tras otra en forma planeada de ante mano. Esta vez, no fue una pavada el evento. Se colgó la enorme responsabilidad de organizar una final latinoamericana de cosplay. Pasen, vean y opinen.Organización:
Desde temprano, el público no hacia la fila para la entrada. Fue así que el mayor número de asistentes llegó para después del mediodía.Como siempre, gente del staff en las inscripciones de cosplay general y también velando para ayudar a los participantes de AnimeLA en lo que necesitaran. No hubo inconvenientes en cuanto a la realización de las actividades o el cumplimiento de las actividades.
Lugar:
Es raro que no hayas oído hablar del Centro Okinawense. Con un lugar grande que da al escenario, y un patio. En el espacio cerrado ubicaron, como es costumbre, la mayoria de los stands. En el patio descubierto, un par stand más y algunas barras de buffet (con precios muy accesibles, tanto para lo dulce como lo salado y los vasos de bebidas), y el modesto sector gamer que tuvieron que desmantelar cuando calló agua de las nubes.Como otras veces, el pasaje del interior al exterior se venia complicado por el tamaño de la única puerta que los comunica.
Con el lugar prácticamente repleto por los stands, era imposible encontrar un lugar para sentarse o sacar fotos.
Música:
Más allá de los clásicos bloques de música como los de K-pop y Gazzette, donde las chicas siempre llaman la atención por su movimiento alocado de cabellera, se presento la banda Scarlet, que va a tomando renombre en el ambiente.Una agradable sorpresa fue disfrutar el show de Matias D'Andrea. Que lo teníamos como un artista que se presentaba exclusivamente en las Macross Eternal. Por supuesto que tuvimos un repertorio de canciones de Robotech, como infaltables del AnimeSong.
Cosplay:
Descartemos lo común de todos los eventos (concurso general de cosplay), y centrémonos en la final de AnimeLA. Desde el inicio de la jornada, se sentía la presencia de este certamen internacional en la nuca de todos. Donde todos dieron lo mejor de sí para que esto saliera de la mejor forma posible. Desde los presentadores, hasta los ayudantes. Brindándose un lugar cómodo para cambiarse, preparse y maquillarse antes del concurso. No es una labor menor tener la responsabilidad de realizar la primer final internacional en este país.El transcurso del concurso se llevó a cabo sin ningún inconveniente. Donde pudimos ver performances alucinantes, con mucha escenografía y cosplays para babearse.
Para finalizar el evento, se entregaron los premios y los diplomas a todos los concursantes. El primer premio fue para el país vecino de Uruguay.
Conclusión:
Esta entrega del proyecto Otaku Matsuri, tiene que marcar un antes y un después. Ya que significa que se está a la altura tanto de cosplay, como de organización de evento para una final internacional. Ojala se hubiera hecho más significativo el cambio, con un cambio de lugar a uno más amplio y con más comodidades. Pero, es sin dudas un evento que convocó más cosplayers que público general.Felicitaciones, a los ganadores y a los organizadores.